lunes, 8 de abril de 2013

PERSONAJE IMAGINARIO



Toda creación de algo necesita primero una idea para después materializarla utilizando dibujos o bocetos. Al crear personajes imaginarios lo primero que se nos viene a la cabeza son los dibujos de los niños, esa manera espontánea de plasmar algo que imaginan. Para ello, utilizan las formas básicas y el dibujo.


Hay una serie de técnicas que utilizamos como son el plano y sus interacciones que podemos ver a nuestro alrededor, como son el contacto, distanciamiento, transparencia, superposición, intersección, sustrac-ción, unión o penetración. Estas técnicas me llevan a pensar en la Teoría de la Gestalt, que se ocupa de estudiar la percepción visual para poder entender las actitudes y conductas de los seres humanos ante las imágenes que nos rodean.

La ciencia ficción o fantasía propone ideas que nos implican emocionalmente teniendo en cuenta nuestro propios temores. Uno de los recursos de nuestra inventiva es la fusión o trasformación de una cosa a otra, como por ejemplo en la mitología.

Para inventar un personaje tiene que surgir de manera espontánea, aunque luego lo vamos adaptando según vamos creciendo. El problema es que nuestra cultura no asume lo imaginario, sino que lo relaciona con lo infantil o lo paranoico, dejándonos sin el recurso de lo fantástico, aún sabiendo que un personaje inventado no podría existir en la vida real.
El personaje inventado logrado es el que adquiere más peso que el de su propio autor. Este personaje puede vivir todo lo que el autor no ha vivido o le gustaría debido a que la vida real le limita.

Lo imaginario no responde a ninguna obediencia, puede crearse de todo; desde los más monstruosos a los más tiernos. En esencia, el crear un personaje es para satisfacción inmediata, ya que lo que no se puede conseguir en la realidad se consigue en lo imaginario.
Opino que el inventar un personaje no es algo de los libros, sino que antes ya lo hacían los niños para divertirse. Por ello, la imaginación es algo esencial del ser humano, una parte inseparable, es una necesidad primaria desde nuestros inicios.

Desde mi punto de vista, necesitamos ver y leer ficción que nos permitan evadirnos y entretenernos fuera del límite de nuestro propio cuerpo y la razón.
Para crear un personaje, lo primero que hay que tener en cuenta es que sea carismático, que pueda agradar a los demás. Para ello, hay que elegir unas cualidades, cómo te gustaría que fuera, valiente, fuerte, despistado, etc, y después añadir algo de nuestra propia personalidad.

El personaje evolucionará según le vamos dando rasgos que lo identifiquen, además  tiene que estar lo suficientemente desarrollado como para responder a ¿Quién es?, ¿cómo se llama?, ¿Cuántos años tiene?, ¿está casado?, ¿qué estudios tiene?, etc, esto sirve a ayudar a definir su personalidad. Lo importante es que el público lo vea como algo creíble y coherente.

Como conclusión, después del largo proceso de creación, al fin y al cabo lo importante es que el personaje sea capaz de expresar algo, que tenga personalidad. Por ejemplo,  las locuciones y sonidos de los personajes una vez llevados a pantalla, son muy importantes como es el caso de Wally, ya que al ser personajes motorizados, el sonido tiene que ser algo característico con lo que se identifique el personaje.

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