Es una obra del artista George Grosz
realizada entre 1916-1917, es un óleo sobre lienzo que mide 100 x 102 cm y se
encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid).
Desde el punto de vista formal, aparece representada una ciudad abarrotada de elementos característicos de ésta como edificios, tiendas, trenes urbanos que parecen pasar a toda velocidad, calles, y sobre todo una multitud de personas que rellenan hasta el último centímetro del lienzo que acentúa la sensación de horror vacui. Los edificios son geométricos y desnudos, como muestra de las penurias de la guerra. Las figuras aparecen desordenadas de una forma caótica y en posición de movimiento, con actitudes y expresiones fantasmales. Figuras deshumanizadas y satirizadas, rostros desfigurados que parecen espantados.
Desde el punto de vista formal, aparece representada una ciudad abarrotada de elementos característicos de ésta como edificios, tiendas, trenes urbanos que parecen pasar a toda velocidad, calles, y sobre todo una multitud de personas que rellenan hasta el último centímetro del lienzo que acentúa la sensación de horror vacui. Los edificios son geométricos y desnudos, como muestra de las penurias de la guerra. Las figuras aparecen desordenadas de una forma caótica y en posición de movimiento, con actitudes y expresiones fantasmales. Figuras deshumanizadas y satirizadas, rostros desfigurados que parecen espantados.
Aparecen representadas dos calles que
confluyen con multitud de gente que van en la misma dirección. En la unión de
las calles, en la parte inferior del cuadro, ambos grupos se entrecruzan y
siguen su camino a paso rápido, aunque en primer término da la impresión de que
los cuerpos se funden. Las caricaturas crueles de los personajes del primer
término se van desvaneciendo en anónimas a medida que nos adentramos en el
cuadro.
Hay que resaltar la falta de
correspondencia de los tamaños de las figuras que parece ser intencionado,
donde la figura central de mayor tamaño podría ser la muerte siendo una
hipótesis que se consolida con la representación de los coches fúnebres.
El espacio se define por una perspectiva
oblicua alejada de la clásica. El edificio del hotel está colocado en esquina
formando la fuga oblicua hacia la izquierda y derecha. Es decir, que la imagen
mezcla dos puntos de vista diferentes, siendo otra de las influencias del
cubismo junto con la planitud de algunos personajes y en la geometría de la
composición. Las farolas y luces de los edificios aparecen encendidas por lo
que se trata de una escena nocturna.
Los colores son densos y saturados con
utilización del azul, verde y una clara dominante de una paleta de colores
terrosos y rojizos. Aparecen tipografías de rótulos concretos de edificios como
hoteles, cafeterías, bares, etc.
Desde el punto de vista simbólico es una
pintura de estilo expresionista que plasma la metáfora de una sociedad que tiene como finalidad
su propia destrucción, siendo una plasmación de los horrores que el artista
había vivido. Hay una notable influencia del futurismo italiano en la forma de
plasmar su mundo con una aceleración de la vida urbana dándole un toque
fatalista. La trasformación de la ciudad urbana aparece reflejada en su propio
título, que muestra los constantes y rápidos cambios, materializándose en
perspectivas forzadas y superposición de figuras. Refleja la inseguridad
producida en su país y el toda Europa durante la primera guerra mundial.
La atmósfera apocalíptica se consigue
gracias al sol ardiente y rojo (símbolo de sangre) que aparece representado en
la parte superior y las acusadas líneas de fuga y la velocidad de figuras y
coches que acentúan la tensión.
En la parte superior izquierda aparece
representada la bandera americana, que podría ser un símbolo del entusiasmo del artista hacia las
grandes ciudades americanas.
Como conclusión la obra se podría
considerar como un grito del artista a la desesperación y el horror que vivió
en Berlín en la Primera Guerra Mundial, a través de una crítica a la sociedad
que permitió que se llegara a ese extremo de catástrofe. Opino que a través del
arte supo plasmar perfectamente ese sentimiento de caos apocalíptico, un
profundo disgusto con la vida y muestra de su propia rebeldía que le condujo a
una fase de locura a la que se tuvo que
enfrentar. Lo importante de esta obra no es la perfección técnica si no mostrar
los problemas de un país.
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